En nuestro país, los edificios con estructura de madera están muy desprestigiados. La gente prefiere más vivir en edificios de hormigón alegando que son mucho más seguros, que el riesgo en caso de incendio es menor, que la madera no dura tanto, etc…
Esto es falso. Tenemos edificios de madera con más de 300, 400 o incluso 1000 años, en cambio en 1 siglo de vida del hormigón ya hemos sufrido el problema de la aluminosis.
En caso de incendio es mucho más seguro un edificio de madera porque conocemos como va a comportarse con el fuego y la estructura principal del edificio será lo último en ser afectado, en cambio en uno de hormigón puede producirse su derrumbe en cualquier momento.
Es cierto que la madera sufre daños por la acción de hongos e insectos, pero esto se evita con un correcto tratamiento y unas medidas de mantenimiento adecuadas.
El mayor error que cometemos con las estructuras de madera de nuestras casas es ocultarlas con falsos techos, recubrimientos de escayola o aplicarles pinturas y barnices. Esto impide que la madera elimine el exceso de humedad que recibe de los muros, lo que favorece el desarrollo de las plagas de hongos e insectos.
Evitar este problema es fácil. En caso de ocultar las vigas de madera para que no se vean, se debería colocar en los falsos techos unas pequeñas rejillas de ventilación, Así se logra la aireación de esa zona y mantener la madera en un nivel de humedad adecuado.
Si la madera está a la vista, no se deben utilizar productos de poro cerrado (pinturas y barnices) para su decoración, sino recurrir a productos de poro abierto como tintes (nogalina, betún de judea, etc..) o lasures (pinturas que no forman capa y permiten respirar a la madera). Ver la sección de productos protectores de nuestra tienda online.
Con estas sencillas recomendaciones y aplicando un tratamiento adecuado, podrá disfrutar de la calidez, resistencia y durabilidad de la madera de su hogar.